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Grup de Solidaritat Jon Cortina

Suchitoto y la privatización del agua

Por Claudia Rodríguez *Recientemente tuve la oportunidad de participar en una delegación hacia El Salvador para indagar sobre la represión estatal ejercida contra pobladores de la ciudad de Suchitoto quienes se manifestaban pacíficamente contra la privatización del agua. La delegación fue organizada por la Fundación SHARE y estuvo integrada por miembros de la Red Nacional Salvadoreña Americana y la Asociación Nacional Salvadoreña Americana.Durante la delegación tuvimos la oportunidad de entrevistar a pobladores que vivieron los hechos, algunos de los acusados y autoridades salvadoreñas como el Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, miembros del Concilio de Iglesias por la Paz y magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Lo que aconteció en Suchitoto fue un hecho planificado y una estrategia del gobierno para desacreditar al movimiento social. Todo inició cuando el presidente salvadoreño Antonio Saca eligió Suchitoto para anunciar el “sistema nacional de descentralización del agua” el 2 de julio pasado. Los pobladores interpretaron el anuncio de descentralización como un preámbulo a la privatización de sus propios sistemas de agua y por esta razón decidieron organizar un acto de protesta pacífica en la plaza central de Suchitoto. Sin embargo, la protesta fue reprimida por miembros de la Unidad de Mantenimiento del Orden, el Grupo Élite de Reacción Policíaca y la fuerza armada. Los cuerpos policiales y el ejército procedieron a reprimir a los manifestantes con gases lacrimógenos y gas pimienta. La policía persiguió a los pobladores hasta sus comunidades. La ciudadela permaneció sitiada alrededor de 8 horas. La presencia militar se hacía constar, a pesar que el uso del ejército es inconstitucional desde la firma de los acuerdos de paz. Las capturas fueron selectivas hacia líderes comunitarios. Dirigentes de la Asociación de Comunidades Rurales para el Desarrollo de El Salvador fueron detenidos cuando se dirigían a la protesta pacífica. Los manifestantes protestaron ahora no solo por el agua sino por la captura arbitraria de sus líderes. Fue allí cuando la policía volvió a arremeter contra el grupo de casi 200 personas. Ese día se les expresó a los detenidos que estaban acusados de cometer desórdenes públicos, pero tres días más tarde se les comunicó que estaban siendo procesados bajo cargos de terrorismo.El gobierno salvadoreño no contaba con que las imágenes en internet sobre Suchitoto darían la vuelta al mundo y la solidaridad internacional se reactivaría como nunca antes después de la guerra. Las cartas de los congresistas estadounidenses también contribuyeron para que los presos políticos fueran liberados bajo fianza. Sin embargo estas personas todavía enfrentan cargos de terrorismo. La audiencia que iba a realizarse en octubre fue pospuesta ya que la Fiscalía General de la República solicitó 4 meses de prórroga para continuar con las investigaciones contra los 13 imputados. Esta realidad no coincide con el discurso que recientemente dio el presidente Saca ante las Naciones Unidas, donde reiteró su compromiso con la democracia y las libertades individuales. El viernes 7 de octubre se realizó en San Salvador una marcha de mujeres por el agua. La marcha contó con la asistencia de miles de personas, principalmente mujeres pertenecientes a 120 organizaciones de base. Según testimonios, esta marcha has sido la más grande que se ha visto en San Salvador desde la firma de los acuerdos de paz. A la marcha también asistieron Robert White, ex embajador estadounidense en El Salvador, la ex vicegobernadora de Maryland, Kathleen Kennedy y la delegada Ana Sol Gutiérrez. El mensaje del pueblo hacia el gobierno es también claro: el acceso al agua es un derecho humano que hay que defender. *Claudia Rodríguez es activista comunitaria residente en Montgomery, MD  (artículo publicado en El Tiempo Latino, de Washington, el 31 de octubre de 2007).

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