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Grup de Solidaritat Jon Cortina

¿Es usted hermano de Jon Cortina?

(publicat al Diario Colatino, el 30/04/2008)

Graciela Castellón
Redacción Diario Co Latino

Pamplona/España. Recientemente a Jon Cortina le fue conferido el premio Brunet, por su labor desarrollada en ProBúsqueda, una organización creada por él mismo, para localizar a niños arrancados o secuestrados de su seno familiar por soldados, durante la guerra civil que vivió El Salvador entre 1980 y 1992. El premio fue recibido por su hermano, Carlos de Cortina Garaigorta, con quien conversamos sobre la obra de Jon y del premio, entre otros aspectos relacionados con el quehacer del sacerdote jesuita, fallecido en 2005.

- La candidatura de su hermano Jon de Cortina fue un proceso que se desarrolló en poco tiempo y con la relevancia de que ha sido la candidatura más votada y apoyada en la historia del Premio Brunet. ¿A qué cree que se debió que obtuviera tantos votos?
Realmente, unos cuantos días antes de cerrar el plazo, me comunican a mí, de una de las ONGs, que tres días antes se había postulado la candidatura de Jon.

Pregunté por los requisitos y me dijeron que tenía que llenar unos formularios y mandar nuestro apoyo, nuestra adhesión; entonces, yo hablé con gente de mi entorno, gente que conoce también la vida de mi hermano, y pude conseguir muy pocos votos, pero parece ser que en los pocos tiempos que pudimos disponer, la gente pues, conocía mucho la obra de Jon, lo que resultó en una candidatura absolutamente votada.

Esto fue muy esperanzador y nos llenó de mucha alegría, pues de alguna manera nos estaban insinuando que la obra de Jon era conocida y además de ser conocida, era buena.

- ¿Por qué tantos?
Yo creo que mucha gente conocía a Jon, lo que pasa es que no lo habíamos descubierto en su total dimensión, en su dimensión real, sino hasta su muerte. Conocíamos que había hecho cosas, que estaba haciendo cosas, que iba que venía, que había hecho una Asociación junto con otras personas, pero realmente no conocíamos la importancia que tenía.

-¿Cuándo descubre usted esa dimensión de la que me habla?
Yo me empiezo a dar realmente cuenta de la importancia de la obra, en su aspecto humano, cuando en su funeral me encuentro con un montón de gente que está allí y que es capaz de esperar un montón de horas para acudir al funeral de mi hermano, que nos aplaudían a nosotros, y nos decíamos y ¿por qué a nosotros, si no somos nadie, si no hemos hecho nada?, él sí, nosotros no, pero después nos explicaron que me aplaudían por ser el hermano, entonces te das cuenta de lo que él está haciendo y te das cuenta por la cantidad de gente que está alrededor de ti y lo que piensan.

Si alguna vez le has oído hablar a él y decir que ha aprendido mucho de la gente de El Salvador, pues llegas a la conclusión de que en la vida hay una corriente que te lleva en dos direcciones, hay un flujo de agradecimientos y el momento justo cuando todos nos dimos cuenta de lo que estaba haciendo, fue cuando en verdad empezamos a conocerlo, nos fuimos enterando.

-¿Qué piensa hoy de esa experiencia que vivió en El Salvador?
Yo fui a El Salvador dos veces, para el funeral en el año 2005 y en el año 2006 regresé para el primer aniversario. En el funeral fue donde más viví la experiencia, realmente muy impactante, ver gente que duerme en el suelo o encima de la hierba, que hicieron una vigilia para acudir al funeral y después les dicen que el funeral iba a empezar a las nueve, porque los familiares han perdido un avión en Washington y tienen que esperarlos hasta las tres de la tarde, y la gente no se mueve, eso es muy impactante porque la gente ya no tenía ninguna conexión, mi hermano ya estaba muerto y, sin embargo ellos seguían mostrando agradecimiento, ya me han dicho que ese agradecimiento sigue, de aquella persona que cuando pasa deja unas flores, eso es lo bonito.

-¿Cómo era Jon como hermano, qué piensa de su vocación?
Como hermano me siento muy impactado. Yo le conocí siempre en otro aspecto. Jon inicia su marcha jesuita cuando tenía 20 años, yo era muy joven, no tengo muchos recuerdos de aquella época, sí tengo el recuerdo de cuando vivió una época con su abuela y el recuerdo de que había empezado a estudiar ingeniería en Bilbao, pero marcha muy joven y después viajaba esporádicamente a Bilbao a ver a sus padres y a descansar también.

Yo pues, a veces le encontraba serio, tenso, me figuro que era porque estaba abrumado por los problemas, pero para mí era un hombre muy simpático, muy alegre y básicamente, cuando venía, lo único que quería era pues distraerse, descansar, charlar, pero descansar en la familia, con sus padres. Para mí era un hombre muy válido.

¿Le cuento una anécdota que nos sucedió yendo a El Salvador una vez? salíamos ya de El Salvador y cogíamos ya un avión que nos iba a llevar al enlace para venir a Madrid y el señor que estaba repartiendo las tarjetas de embarque, vio mi nombre y preguntó ¿es usted hermano de Jon Cortina? Y yo le dije, pues sí soy su hermano y dice, ¡ah!, pues van ustedes en Primera, nos pasó de clase y le pregunté ¿y esto por qué?, por ser hermano del padre Jon, que me dio clases en la Universidad. Eso me pareció realmente impactante, realmente fue una cosa muy sorprendente, que en un país una persona pudiera ser tan conocida y pudiera mover a que otras personas hicieran o mostraran su agradecimiento de tantas formas.

- ¿Qué piensa de Pro Búsqueda y la labor que realiza?
El trabajo de mi hermano en Pro Búsqueda ha tenido frutos, yo no sé si van a conseguir solventar todas las denuncias que tienen de todos los desaparecidos, pienso que no, porque pienso que habrá casos como siempre que queden sin resolver, pienso que eso no hay más que hablar con la gente, con los padres de los niños desaparecidos, una persona, un padre al que le quitan a su hijo, vamos, que lo secuestran sería la palabra, lo violentan y lo arrancan de los brazos de su madre y se los llevan, los venden o los dan en adopción, pues creo que para los padres es algo realmente terrible, primero, al niño le están atropellando todos sus derechos y los padres los han hecho unos desgraciados para toda su vida. El intentar paliar parcialmente, porque totalmente no se puede nunca, pero el intentar paliar parcialmente todo esto, a mí me parece una gran labor.

-¿En algún momento le fue difícil comprender la obra de su hermano?
Antes de ir a El salvador, no entendía muy bien lo que hacía mi hermano, estaba de acuerdo, pero no lo entendía, no entendía el verdadero fin, después de su muerte he entendido su labor, que no es solamente lo que hizo en la fundación, yo creo que la labor, el porqué de las cosas hay que tomarlas todas en el contexto de su vida y luego, pues en el final de su vida, lo que dedicó a la Asociación Pro Búsqueda, su labor fue más allá. Creo que dejó huella y eso es muy importante.

- ¿Qué cree que le impedía entender?
Es una labor que no siempre es entendida, no siempre entendida desde el punto de vista de la persona que vive aquí, que vive muy bien y que dice, pero y esta gente qué, si están viviendo muy bien, tienen buenos trabajos y ganan buen dinero, no vaya usted a volver a la pobreza de El Salvador, pero el problema no es ese, el problema es un poco explicar lo que pasó, explicar la realidad. Yo he cambiado un poquito de opinión después del funeral, Jon hacía su labor, él pensaba que eso era bueno y claro, no te puedes meter con eso, él tenía sus argumentos sólidos y válidos, decía que buscaba explicar lo que pasó y, sobre todo, reparar el daño, esa es la palabra, reparar.

-¿Cómo es reponerse a la pérdida de un ser querido, que aún estando vivo, se encontró mucho tiempo lejos de su familia?
Ahora me siento bastante más cercano a mi hermano, ahora después de muerto y, pues, es una pena, una pena porque hay tantas cosas que quedan por hablar, y que no ha habido tiempo para ello, pero me figuro que estas cosas ocurren con el paso del tiempo, y vas comprendiendo y te vas explicando muchas razones, pero ahora al día de la fecha, pienso que hay muchas cosas que quedaron por hablar, alguna vez ya hablamos también, pero muy poquito, nos acercamos poquito a lo que sería el núcleo de toda su vida y el porqué de las cosas.

-¿Cómo era su relación cuando él venía a Bilbao?
Cuando él venía, unas pocas fechas, unos 15 ó 20 días, hombre, pues siempre teníamos algún tiempo para hablar, pero hablábamos muchas veces de cosas mucho más banales e intrascendentes y realmente, de las cosas serias, como pueden ser todas estas, hablábamos muy poco, además, había una razón, él no quería hablar mucho de su vida, porque no quería preocupar a mi madre que era muy anciana y un poco miedosa, él quería evitarle a mi madre esas preocupaciones.

-¿Cómo recibe usted hoy el Premio?
Me siento muy contento con este premio, porque significa un reconocimiento aquí de la labor de allí y es un premio importante, no es en sí recibir el premio, sino que reconocen su labor, que mucha gente ha reconocido su labor, eso es lo importante del premio, que mucha gente ha estado de acuerdo en que realmente se lo merece, eso es lo bueno, todo lo demás son papeles, realmente son los sentimientos, el fondo de todo lo que cuenta.

 

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